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Hoy me he ido de excursión a un centro de Naturaleza con mis alumnos de 5 años. Cuando íbamos en el autobús por una carretera, un niño asoma la cabeza al pasillo y dice “¡cómo mola, parece que estamos en un videojuego!”. Mi compañera y yo nos hemos miramos asombradas y hemos comentado: Para los niños de hoy la realidad se parece a un videojuego y no al revés”.

Después han hecho una ruta andando de 2 horas y media, en las que han corrido, tocado, olido, y visto animales que nunca habían visto antes….por lo menos al natural.

Ni una queja. Aunque en sus carreras, subidas y bajadas de todas las piedras que se encontraban, se cayeran, se levantaban corriendo, no fuera a ser que se perdieran algo.

Ni una pelea, entusiasmados, preguntando, escuchando atentamente lo que se les explicaba de cada animal (¡con lo que me cuesta a mi conseguir su atención en clase!).

 

En cambio, cuando iba encontrando a los distintos grupos para hacer unas fotos, se empeñaban en contarme todos sus descubrimientos:

¿sabes profe? Los jabalís son mamíferos porque he visto como estaban mamando”.

“Hay un águila culebrera que se come serpientes y como no tiene dientes tiene un pico muy fuerte”.

“Mira este bulto que tiene aquí el árbol es porque le va a crecer una rama y se llama yema como la del huevo porque de la yema del huevo crece un pollito o un pajarito, esos no son mamíferos”.

“Si miras al suelo puedes saber que animal ha pasado por las huellas… yo he descubierto las de un lince que no son iguales que las de lobo”

Los monitores del centro nos han dicho que se habían portado fenomenal, ninguno se ha despistado del grupo aunque no iban “controlados”, naturalmente, seguían al monitor. Sólo se ha oído un grito colectivo de entusiasmo cuando el monitor ha pronunciado la palabra “macarrones” Y después a comer-devorar……como auténticos animalillos, sin el “venga, come, no te levantes, no molestes a tu compañero, no hagas guarrerías”.

niñosordofratos

Ya nos volvíamos, después de un rato tirándose por las cuestas rodando,  bebiendo solos en una fuente, buscando piedras “bonitas”, “escalando” alguna que otra roca, cuando una niña me dice: “me encantan las excursiones al campo porque nos pasamos el día jugando”.

 

Y yo pienso, cuantos días, trabajos y esfuerzo me hubiera costado que aprendieran todo lo que hoy han descubierto y ellos sienten que lo único que han hecho es jugar…..