Hoy precisamente les decía a unos padres de una chica de 14 años, “es que la escucháis demasiado” y me miraban desconfiados “¿Pero qué quieres, que no escuchemos a nuestra hija? y yo les decía que para mí la clave estaba en el demasiado; escuchar demasiado, hacer demasiado caso, exigir demasiado, explicar demasiado, insistir demasiado, preocuparse demasiado…pueda que haga perder una cierta distancia necesaria.
“Hoy en día los padres están demasiado preocupados por sus hijos”