Os presentamos un artículo que busca la reflexión entre los padres de la sociedad en que vivimos, donde muchas veces se 
tiende a la excesiva protección de los hijos y que tiene el peligro de crear “niños y futuros adultos mantequilla”, es decir que se derriten ante la primera adversidad.
Destacamos las preguntas que se ofrecen en el artículo para ayudar a diferenciar entre apoyar y sobreproteger:
¿esto lo debería saber mi hijo?
¿es algo que, con un poco de esfuerzo y perseverancia, podría conseguir si yo no intervengo?
¿si le expongo a la posibilidad de no conseguirlo o que se quede sin hacer, las consecuencias son peligrosas para él o sólo incómodas? (como que le llamen la atención en el colegio si no lleva la tarea)
¿ayudarle en esto se ha convertido ya en un hábito cómodo por parte de mi hijo?
¿qué beneficios tiene para él o ella que yo le resuelva esta situación?
¿son los beneficios más adecuados que las desventajas que conllevan?
Ahí va el artículo: ¡Qué se busquen la vida!
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